Bajo el título “Turismo inteligente y transformador: Claves para la recuperación económica desde la innovación abierta”, el Parc Científic de la Universitat de València (FPCUV) acogió el 22 de mayo una nueva jornada del programa Innotransfer en la que especialistas del ámbito académico y empresas pusieron de relieve la necesidad de equilibrar el bienestar de los visitantes con la calidad de vida de la población local. Durante la jornada se presentaron también casos de éxito en la aplicación de tecnologías innovadoras al sector turístico, como el modelo de gestión desarrollado en la ciudad de Benidorm.
El Parc Científic de la Universitat de València (FPCUV) celebró el pasado 22 de mayo una nueva edición del programa Innotransfer bajo el título “Turismo inteligente y transformador: Claves para la recuperación económica desde la innovación abierta”. El evento, que tuvo lugar en el Auditorio Marie Curie y fue retransmitido en streaming, reunió a una amplia representación de profesionales procedentes de universidades, empresas tecnológicas, administraciones públicas y organizaciones del tercer sector. El objetivo fue generar un espacio de encuentro y colaboración para abordar los retos que enfrenta el sector turístico ante el cambio climático, la digitalización y la necesidad de modelos más sostenibles y justos.
La jornada se enmarcó en la iniciativa de innovación abierta promovida por la Red de Parques Científicos Valencianos (rePCV) con el respaldo de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana. A lo largo de tres mesas redondas, las personas participantes exploraron vías para compatibilizar el bienestar del visitante con la calidad de vida de los residentes, al tiempo que se debatieron estrategias para la integración tecnológica en los destinos turísticos sin perder de vista el componente humano y cultural.
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Acción ante el cambio climático
Pedro Carrasco, director del Parc Científic, fue el encargado de inaugurar el encuentro junto a Francisco Javier Sogorb, subdirector general de Avance de la Sociedad Digital y de las Tecnologías Habilitadoras Digitales de la Generalitat Valenciana. Carrasco remarcó la importancia estratégica del turismo para el desarrollo económico y social de la Comunitat Valenciana, pero advirtió sobre la fragilidad del territorio frente al avance del cambio climático. En su intervención, destacó que fenómenos extremos como la reciente DANA en València deben impulsar una transición urgente hacia modelos más responsables y regenerativos, que garanticen la sostenibilidad a largo plazo del sector.
Sogorb incidió en la necesidad de articular políticas que fortalezcan la colaboración público-privada, con la innovación como palanca fundamental para transformar el turismo y hacerlo más competitivo y resiliente frente a los desafíos globales.Para más información, pueden contactar con el equipo de comunicación de la Fundació Parc Científic Universitat de València.
Hacia un modelo inclusivo, cultural y solidario
La primera mesa redonda llevó por título “Turismo con propósito: cultura, impacto y solidaridad” y contó con la participación de Marisa Vázquez de Ágredos, directora de Patrimonio de la Universitat de València; Rosa María Rodríguez Artola, directora del Instituto de Turismo de la Universitat Jaume I; Natalia Castro, coordinadora de la Plataforma Viajeros Solidarios en Colombia; y Esther Welters, directora ejecutiva de Kalmas, empresa especializada en sostenibilidad turística.
Las ponentes coincidieron en señalar que los modelos turísticos deben integrar la realidad de las comunidades anfitrionas, evitando estrategias homogéneas que ignoren las particularidades territoriales. Esther Welters subrayó que las soluciones deben adaptarse a la capacidad de carga de cada destino, teniendo en cuenta tanto los recursos naturales disponibles como las necesidades sociales y económicas de sus habitantes. Mencionó el caso de Benidorm como ejemplo de buena planificación, gracias a su control urbanístico y a la gestión eficiente del ciclo del agua, en contraste con La Manga del Mar Menor, donde se evidencian los efectos negativos de un crecimiento desordenado.
Natalia Castro presentó la experiencia de turismo “slow” que impulsa en Colombia a través de la Plataforma Viajeros Solidarios. Este modelo promueve una inmersión cultural profunda y la participación activa del visitante en proyectos de agricultura regenerativa junto a comunidades locales. Castro explicó que actualmente se trabaja para implementar esta iniciativa en la Comunitat Valenciana, con el propósito de atraer a turistas que valoran la conexión humana y el impacto social positivo.
Por su parte, Marisa Vázquez de Ágredos explicó el proyecto Aromas Itinerarium Salutis, una iniciativa sin ánimo de lucro que gestiona la Ruta Europea de Farmacias Históricas y Huertos Medicinales. Esta experiencia turística se basa en la participación de pequeños grupos que interactúan con la población local y reciben conocimientos sobre patrimonio medicinal y culinario. Vázquez destacó que la inclusión de personas con diversidad funcional sigue siendo una asignatura pendiente, que exige propuestas personalizadas más allá de lo que pueden ofrecer las tecnologías.
Rosa María Rodríguez cerró la mesa con una reflexión sobre la dimensión educativa del turismo. Recordó que quienes viajan son también residentes en sus propios territorios y que, por tanto, el turismo debe ser una herramienta de aprendizaje y crecimiento personal. Insistió en la importancia de fomentar la conciencia territorial y la responsabilidad compartida como pilares de un turismo con propósito.
Tecnología con sentido, datos y estrategia para destinos inteligentes
La segunda mesa redonda giró en torno al uso estratégico de la tecnología en los destinos turísticos y llevó por título “Turismo y digitalización: tecnología como medio y no como fin”. En este bloque participaron Olivia Estrella, directora del Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas (Invattur); Fran Vaquer, director de operaciones de DeepSense; Celia Romero, directora ejecutiva de Inteligencia Turística; Gersón Beltrán, miembro de la junta directiva de ADESTIC; y Miguel Ángel Catalán, responsable de la Smart Office de Finestrat y cofundador de Inturtec.
Celia Romero explicó que el primer paso para digitalizar un destino consiste en realizar un diagnóstico del punto de partida tecnológico de cada organización. A partir de ese análisis, se diseña un itinerario adaptado a los objetivos de sostenibilidad y transformación digital. Romero defendió la necesidad de avanzar hacia una gobernanza basada en datos, donde las administraciones tomen decisiones informadas y eficientes gracias a herramientas digitales.
Fran Vaquer señaló que el principal obstáculo para la integración tecnológica no es de carácter técnico, sino cultural y estratégico. Muchas entidades disponen de herramientas digitales o datos, pero carecen de una visión clara sobre su utilidad. Desde DeepSense, trabajan para facilitar el acceso y el uso efectivo de estas soluciones, especialmente en destinos de menor escala.
Gersón Beltrán introdujo una perspectiva humanista al recordar que la tecnología no puede sustituir la interacción social ni la dinamización local. En contextos rurales, revitalizar la vida comunitaria y recuperar espacios de encuentro como los bares o centros culturales es prioritario. La tecnología, apuntó, debe ser un complemento, no un sustituto.
Olivia Estrella puso en valor el trabajo realizado desde la Comunitat Valenciana, que se ha convertido en la única autonomía española con una red consolidada de destinos turísticos inteligentes. Esta red se ha construido desde una perspectiva transversal, integrando a universidades, parques científicos, empresas innovadoras y organismos públicos.
Miguel Ángel Catalán compartió la experiencia del municipio de Finestrat, pionero en la implantación del modelo de destino turístico inteligente desde 2016. Catalán destacó que los procesos de innovación requieren esfuerzo continuo, disposición al error y un compromiso firme con la mejora constante.
Turismo en equilibrio, soluciones frente a la masificación
La tercera mesa, titulada “Mirada abierta: Conectando sectores para el turismo del futuro”, se centró en los efectos de la masificación turística y las soluciones para mitigar su impacto. Participaron María José Viñals, Catedrática de Geografía en el Departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la Universitat Politècnica de València, coordinadora del proyecto HBIMSIG-TURISMO; Walesska Schlesinger, Profesora Titular en el Departamento de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universitat de València e integrante del Instituto de Economía Internacional y del grupo de investigación SIV (Soluciones Innovadoras y Sostenibles en Servicios); Adrián Ferrandis Martínez, Profesor Contratado Doctor en el Departamento de Geografía de la Universitat de València. Director del grupo de investigación en Sostenibilidad Local y Regional (LOCSUS) del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local (IIDL) y coordinador del proyecto europeo ECOSN2K UE_SRIC_ERASMUS+; Ana Mafé García, técnica en Empresas y Actividades Turísticas, de la Asociación Camino del Santo Grial; e Ignacio Llopis, Managing Director de IOTSENS.
María José Viñals alertó de que el aumento exponencial del número de visitantes puede provocar riesgos sanitarios y de seguridad si no se gestiona adecuadamente. Indicó que algunas administraciones muestran reticencias a utilizar tecnologías de control de aforos, pero que la digitalización resulta imprescindible para garantizar la sostenibilidad de los destinos. Puso como ejemplo la Catedral de València, que ha pasado de recibir 300.000 visitantes anuales antes de la pandemia a superar los 800.000.
Adrián Ferrandis analizó los efectos del cambio climático en Benidorm, donde se ha detectado una diferencia térmica de hasta tres grados entre zonas verdes y áreas urbanas densamente edificadas. Propuso la creación de “refugios climáticos” en los destinos de sol y playa, con mapas de sombras y rutas recomendadas según la hora del día y la exposición solar.
Ignacio Llopis planteó los desafíos asociados a la llegada masiva de cruceristas a puertos como el de Palma de Mallorca. Señaló que es esencial planificar las rutas de autobuses, la recogida de residuos y los flujos de personas para evitar colapsos y garantizar una experiencia satisfactoria tanto para los visitantes como para la población local.
Ana Mafé explicó cómo el Camino del Santo Grial puede convertirse en una herramienta para regenerar comunidades y recuperar espacios naturales, fomentando el turismo de peregrinación como una vía para la reflexión, el voluntariado y el desarrollo rural.
Walesska Schlesinger concluyó que la sostenibilidad debe entenderse como una condición básica de cualquier propuesta turística, no como un valor añadido. Propuso diversificar los flujos de visitantes hacia espacios menos saturados y más necesitados de impulso económico.
La Universitat de València, nexo de innovación y desarrollo
La clausura corrió a cargo de Rosa María Donat, vicerrectora de Transferencia e Innovación de la Universitat de València. Donat subrayó el papel de la universidad y de los parques científicos como espacios estratégicos para generar conocimiento aplicado, facilitar alianzas entre sectores y promover soluciones innovadoras frente a los retos del territorio.
Con esta nueva edición de Innotransfer, el Parc Científic refuerza su papel como motor de cambio y agente clave en la transición hacia un modelo turístico más justo, resiliente y adaptado a los desafíos del siglo XXI.