Las zonas verdes urbanas se han diseñado históricamente teniendo en cuenta su función estética (ornamental y paisajística) y su uso como zonas de ocio, encuentro y esparcimiento para la población. Más recientemente, se ha reconocido, además, su utilidad para mejorar la calidad del aire, amortiguar el impacto acústico, mitigar el efecto isla de calor, y reducir la contaminación atmosférica; también su contribución a la salud física y psíquica de los ciudadanos, y su valor intrínseco como soporte de la biodiversidad.
Como consecuencia, el papel de las zonas verdes ha ido ganando protagonismo en los planes de desarrollo urbano, hasta el punto de que, en la actualidad, el discurso está cambiando, desde el aumento de los espacios verdes de las ciudades, al rediseño de las ciudades como espacios verdes. El objetivo es repensar las ciudades según un modelo de renaturalización del ecosistema urbano para hacerlas más sostenibles, reducir su impacto climático, y hacerlas más resilientes y menos vulnerables frente a los fenómenos adversos que ya podemos esperar en las próximas décadas debido al impacto antrópico sobre el clima de la tierra.
Las estrategias de renaturalización urbana asignan, de esta manera, una función ampliada a las infraestructuras verdes. Implican un rediseño verde de la ciudad con vistas a apoyar sus estrategias de reducción del consumo de energía y de control de emisiones de gases de efecto invernadero, de descarbonización de la movilidad y de fomento de la biodiversidad. También persiguen reducir su vulnerabilidad frente a las lluvias torrenciales, olas de calor y sequías y, en el caso de los municipios costeros, como València, frente a los temporales marinos.
El rediseño verde de las ciudades ha demostrado tener un impacto muy relevante sobre su temperatura ambiente, contribuyendo a enfriar el espacio urbano y a hacerlo menos vulnerable frente a las olas de calor. Este fenómeno meteorológico es una de las mayores amenazas a las que se enfrentan las ciudades debido al cambio climático, y suele tener un impacto mayor sobre los grupos de población con menores ingresos.
Las zonas de arbolado, parques y bosques urbanos, pero también las infraestructuras verdes y azules de nueva tendencia, como los corredores verdes y azules, los techos y paredes verdes, o los pulverizadores y parques acuáticos urbanos, pueden tener una gran importancia a la hora de mitigar el efecto isla de calor en las ciudades. También generan espacios frescos a los que acudir durante la ocurrencia de estos eventos meteorológicos.
Esto es así en lo relativo al papel de las infraestructuras verdes públicas, de impacto global sobre la ciudad, pero también en las soluciones de protección de edificios y viviendas privadas, donde los techos y paredes vegetales aportan una mejora sustancial del aislamiento térmico, reduciendo, además, su demanda de energía.
Las estrategias de renaturalización también son muy útiles para mejorar el patrón hidrológico de las ciudades, reduciendo su vulnerabilidad frente a las lluvias torrenciales.
Esto se consigue mediante planes avanzados de gestión que incluyen el diseño y despliegue de sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS). Los SUDS son técnicas de gestión de aguas pluviales y planeamiento urbano destinados a reproducir y/o restituir los procesos hidrológicos previos al desarrollo urbanístico (infiltración, filtración, almacenamiento, laminación, evapotranspiración) integrando estratégicamente elementos de control de escorrentía en el paisaje de la ciudad y aumentando su permeabilidad global. Algunas técnicas SUDS son los pavimentos permeables, cubiertas vegetadas, parterres inundables, cunetas vegetadas, alcorques estructurales, balsas de detención e infiltración, drenes filtrantes, zanjas de infiltración y, en última instancia, humedales artificiales y estanques.
Con respecto a los temporales marinos y su impacto en las instalaciones costeras, hay que tener en cuenta que las mareas meteorológicas y el oleaje pueden elevar mucho el nivel medio del mar durante horas, aumentando la cota de inundación en las áreas urbanas próximas a la costa. En estas zonas, la expansión litoral de las ciudades ha producido una transformación y degradación profunda de su configuración natural, creando unas condiciones de alta vulnerabilidad para sus infraestructuras y edificaciones.
Este fenómeno se expresa con una particular intensidad en municipios costeros, como València, asentados sobre litorales sedimentarios, y que albergan grandes instalaciones portuarias. En estos casos, además de las soluciones tradicionales basadas en el despliegue de infraestructuras grises de protección, es importante destacar una tendencia global a implantar soluciones basadas en la naturaleza como la regeneración de las playas y campos dunares, y la construcción de diques y arrecifes costeros. Estos modelos persiguen recuperar un flujo sedimentario similar al natural a fin de proteger el litoral.
Todas estas líneas de actuación están siendo incluidas en las agendas verdes, medioambientales y climáticas urbanas en todo el mundo, y todas están dando lugar a nuevas tecnologías, soluciones y estrategias que muchas veces requieren una adecuación a las condiciones locales. Soluciones que deben incluir, asimismo, las medidas necesarias para minimizar los impactos negativos debidos a su construcción, mantenimiento y gestión.
En ciudades como València, que cuentan en su término municipal con zonas de alto valor agroecológico y ambiental, la fusión entre la ciudad y sus espacios verdes ofrece unas posibilidades ampliadas, y presenta unas dificultades añadidas con vistas a asegurar su conservación y asegurar una integración adecuada en el ecosistema urbano.
El Ayuntamiento de València está desarrollando en este momento “El Plan Verde y de la Biodiversidad”, documento estratégico que guiará la gestión municipal de la infraestructura verde, el patrimonio natural y la biodiversidad urbana en las próximas décadas.
Es interés de esta Consulta Preliminar al Mercado identificar líneas de actuación que permitan explotar la Compra Pública de Innovación del Ayuntamiento de València en apoyo a la implementación de este Plan.
El objetivo general de este proyecto es recopilar la información necesaria para preparar un Acuerdo Marco en Compra Pública de Innovación, con diferentes lotes, siempre que el resultado de la Consulta Preliminar al Mercado esté en los términos previstos para la Compra Pública de Innovación. De dicho Acuerdo Marco en Compra Pública de Innovación, emanarán los diferentes contratos basados, tal y como se prevé en la Ley de Contratos del Sector Público.
Cabe señalar que, en función del estado del arte y de las soluciones que se planteen, podrá dar lugar a otros tipos de licitación, ya sean licitaciones de compra pública ordinaria, por estar suficientemente maduro el mercado, o procedimientos de compra pública precomercial, así como procedimientos de asociación para la innovación, si los resultados de la CPM estuvieran en estadios muy tempranos, lejanos a soluciones comerciales.