En la actualidad, la sociedad está inmersa en una transformación digital donde la Inteligencia Artificial está cada vez más presente. En el sector salud, ya se está implementando esta tecnología con la finalidad de mejorar la velocidad y precisión del diagnóstico, así como la detección de enfermedades.
La Inteligencia Artificial facilita la atención clínica, refuerza la investigación en el ámbito de la salud, así como el desarrollo de medicamentos. Por su parte, también apoya intervenciones de salud pública como la vigilancia de la morbilidad, la respuesta a los brotes y la gestión de los sistemas de salud. Por ello, la Inteligencia Artificial ha dejado de ser vista como una amenaza para empezar a ser considerada una aliada, especialmente en el sector de la salud.